" Não se glorie o sábio na sua sabedoria, nem o forte, na sua força, nem o rico, nas suas riquezas; mas o que se gloriar, glorie-se nisto: em Me conhecer e saber que Eu sou o SENHOR e faço misericórdia, juízo e justiça na terra; porque destas coisas Me agrado, diz o SENHOR." Jeremias 9.23

sexta-feira, 4 de setembro de 2009


LOS COMPLEJOS

No son pocas las personas que tienen una vida sentimental problemática: Complejos traídos desde la infancia o perpetrados en su juventud. Puedo decir, con firmeza, que esos complejos sólo se pueden superar con la ayuda del Espíritu Santo.
Los que viven escondidos detrás de sus complejos (y siempre recordándolos), causados en la mayoría de veces por otras personas (generalmente las más cercanas) a través de las palabras negativas, o incluso por un pecado o error cometido, sufren más y alejan a la persona de Dios (por sentirse indigna) y consecuentemente de la felicidad en el amor.
Si usted se siente abatido por sus complejos, porque se considera: Feo, gordo, flaco, alto o pequeño, demasiado tímido, incapaz, siente que a nadie le agrada; se siente menos por ser negro o por tener un defecto físico; infeliz por no tener una familia estable, o de quizá abusaron de usted cuando era pequeño, etc. ¡Sepa que usted es como un diamante pequeño, que al principio es feo y rustico pero después es colocado entre las joyas más caras, y siempre ha sido una joya. ¡Recuerde apenas lo que hay de bueno en usted (y en las otras personas)!
Porque en verdad todos fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios altísimo, dotados de dones especiales y formados de manera única.
No hay una sola persona entre más de siete billones de seres humanos que sean igual a usted, porque usted es único y el valor que tiene es tan alto que fue necesario que el Señor Jesús derramara su sangre preciosa para rescatarlo: "Pues habéis sido comprados por precio;..." (1 de corintios 6.20).
Por lo tanto, cuando el mal venga a tentarlo a que se sienta pequeño, repréndalo afirmando y pensando lo siguiente: "¡Mi vida tiene tanto valor, que el Señor Jesús dio su vida por mi!" (1Samuel 16:7). Si la belleza y la riqueza hicieran matrimonios felices, los artistas y famosos serian los más bendecidos. Pero, al contrario, ellos son los que más se separan y se divorcian…

Nenhum comentário:

Postar um comentário